-Cuando diga “¡Ya!” Tienes que llegar a la meta, te contaré los segundos, si haces más de 10 segundos te ejecutaré aquí mismo.
-Va...Vale… -Dije tartamudeando por el miedo que poseía mi cuerpo-
-¡Ya!
Nada más escuchar la palabra que salia de sus labios, intenté correr hacia la meta con todas mis fuerzas. Una adrenalina me inundó el cuerpo, esa adrenalina que te sale espontáneamente cuando sabes que estas a punto de morir o a punto de alcanzar la gloria.
-Ocho, Nueve y …- Gritó la alcaldesa-
Al llegar me tiré al suelo destrozado por el gran esfuerzo que hice.
-Vaya… Parece que te has librado esta vez… - Dijo mientras en sus ojos se reflejaba la sed de sangre que tenía su cuerpo-
-Pero la próxima vez no te lo pondré tan fácil. -Dijo enfadada, se giró y se fue-
Yacía en el suelo, cuando de repente escuché la voz de la futura madre de mis hijos, Tania.
-¡Enzo! ¿Qué ha pasado? -Dijo preocupada, al borde del llanto mientras me acariciaba la cabeza-
-Un erizo rezio…
-¡Vale! Hem… Hay que irse, como te vea alguien del trono de Panter te ejecutaran.
-Ya lo han intentado hacer, pero me he librado por un segundo.
Me intenté poner de pie con la ayuda de Tania, lo logremos, ahora nos dirigimos hacia casa.
-Vale, ya estamos…
-Tania, mañana quiero ir contigo a la orilla del rio, te quiero contar unas cosas…
-¡Vale!
Tania mira hacia todos los lados que no haya nadie vigilando y sus labios a sabor fresa se chocan con los míos, consiguiendo que mi corazón vaya más rápido.
-¡Adiós! - Dijo con una mirada picante -
Nada más pasar ese momento, vi como se alejaba. Al irse abrí la puerta y mi madre me acogió entre brazos. Por fin estaba a salvo.
Al día siguiente seguía con dolor aún, pero ya no sangraba. Me despedí de mi madre y me dirigí hacia la orilla del río, donde ayer quedé con Tania. Para llegar allí puedes atravesar el bosque, o ir con sigilo y rodear el trono de Panter, donde según ellos es un sitio “sagrado” y ninguno de la clase baja puede entrar en el territorio. Observando el panorama de la situación decidí rodear el trono de Panter.
-Oye, ¿Tú sabes que le pasa a la alcaldesa? Esta muy enfadada
-No lo sé, pero dicen que a un niño le ha mordido un erizo rezro, ojalá maten a ese débil de mierda.
-¡Si! Panter no es tierra de débiles.
Escuché mientras me arrastraba por el suelo, pasando entre arbustos. Al llegar al fondo, gracias a quien diseñó este lugar, que puso una especie de “Atajo” donde solo tenias que bucear unos 10 metros para llegar al río. Inmediatamente cogí mucho aire y me sumergí entre aguas para llegar a la desembocadura del río.
Llegué a la desembocadura, tenía que subir unos cuantos metros entre las hiervas para llegar a esa orilla, que es muy parecido a un lago o estanque, pero solo que tiene más movimiento.
Al llegar, vi a Tania dándose un baño en el agua del rio, mientras que su cabello castaño claro seguía resplandeciendo como siempre.
-¡Oh! -Se gira 180º grados y se intenta tapar las partes íntimas con sus extremidades superiores-
-¿Podrías girarte? - Dice todo avergonzada-
-¡Claro! - Me giré y escuché cómo se ponía la ropa-
-Esto que quede entre nosotros, ¿vale? -Dijo muy muy avergonzada y roja-
-Vaaaale…
Tania se sentó al lado mio y apoya su cabeza en mi pecho.
-¿Porque querías quedar aquí?
-Verás… si te has dado cuenta, dentro de una semana son las pruebas…
-¡Oh dios mío! …
Rápidamente se hizo un silencio en el que solo se escuchaba el agua circular por su curso. Al minuto Tania no pudo resistir las lágrimas y se abrazó a mi.
-Tania, ¿sabes que eres la persona mas importante de mi vida? Que nos conocimos desde la infancia, me has hecho cambiar mucho. Tú ya has hecho tú trabajo, ahora me toca ami actuar.
-Pero Enzoooo… -Dijo entre lágrimas-
Aunque en ese momento pensaba Tania que iba a morir dentro de una semana, porque tengo la herida. Entre esas lágrimas se podía reflectar el rayo de esperanza que tiene siempre, ella nunca lo pierde.
Al rato, sus dos ojos, su derecho azul y su izquierdo verde apuntaban hacia mi.
-Enzo… ¿Tú también sabes que he estado enamorada de ti desde siempre? Desde el primer momento…
-Claro que lo se…
Continuará...